7 de febrero de 2018

LA CREACIÓN DE UN CENTRO INTEGRADO DE FP EN CALAHORRA ES UN AVANCE POSITIVO

Los profesores de Historia solemos tener una idea bastante pesimista de nuestro país. Aunque sabemos que, en buena parte, esa visión es sesgada y sobredimensionada por una leyenda negra que resulta muy eficaz todavía hoy, tiempos de posverdad y de fake news. Y esto es precisamente, la posverdad, o sea la realidad adaptada a unos intereses de diversa índole, la información no contrastada, el valor del rumor, o el valor de atender solo a lo que nos interesa creer, la manipulación y, sobre todo, la falta de visión ante lo que supone progreso y avance. La creación de un Centro Integrado de FP en Calahorra es, sin lugar a dudas, a poco que se reflexione sobre el tema, un elemento altamente positivo, no solo para la ciudad, sino para toda la comarca. No solo es un avance educativo, también laboral y social. No creo que nadie mínimamente sensato pueda oponerse a tal proyecto. Pero la administración plantea, que junto a la creación del centro de FP, vendría la unificación de la ESO y del Bachillerato de los dos centros públicos de Calahorra, o sea una reorganización de las instalaciones y recursos. A los profesores (algunos llevamos muchos años en la enseñanza y muchos años en Calahorra) no nos agrada a priori por lo que pueda perjudicarnos en nuestra situación laboral, pero muchos de nosotros opinamos que la unificación es una consecuencia lógica, y que está en manos de la administración y de los políticos garantizar que esa unificación no suponga ninguna merma para la calidad de la enseñanza (número de profesores, instalaciones, etc.). Y según se nos ha comunicado, así se hará. El progreso siempre ha encontrado resistencias, y más en este país. El motivo de la disputa es, en primer lugar, muy cuestionable, porque se basa en falsedades y manipulaciones de la realidad, y en segundo lugar conduce a perder grandes oportunidades. El instinto cainita, el enfrentamiento que está sacudiendo las redes sociales en la localidad, no puede llevarnos mas que a quedarnos rezagados, a perder ese proyecto que trae progreso a Calahorra, porque no hay progreso sin educación. Considero una irresponsabilidad oponerse a este proyecto. Los que están peleando para distinguirse, menospreciando a sus iguales y fomentando la ponzoña de la rumorología, no van a poder anular la realidad. Son los causantes de que vuelvan viejas rencillas ya superadas y prejuicios ya enterrados. No nos ofenden, porque querer no es poder. La voluntad de unos pocos no puede someter a la de muchos. Tienen miedo a un futuro que amenaza su comodidad y también con arrasar precisamente viejas divisiones, cuando escuela pública solo hay una. En lugar de tomar posiciones egoístas, reflexionemos sobre el futuro de la educación y sobre el futuro de Calahorra y su comarca. Pidamos a nuestros políticos que estén a la altura, que tomen decisiones de las que dependen futuras generaciones. En un mundo hoy globalizado, sería un fracaso desengancharnos 


 María Jesús Ramón, profesora de Geografía e Historia del Ies Valle del Cidacos

1 comentario:

lizania dijo...

Buena reflexión, comparto la idea de que la oposición al proyecto surge más de los docentes y su comodidad y acomodación a su situación vital que a un verdadero interés social. Cambiarían los equipos directivos (serían nuevos) y los departamentos pasarían a ser más grandes con lo cual te tocaría dirigirlos a lo mejor cada 10 años, y ésto ¿que más les da a los alumnos?. Claro que afectaría al número de alumnos por clase, teniendo en cuenta que hay optativas que asisten 15 alumnos, se llenarían, con lo cual optimizamos recursos que es de lo que se trata si pensamos en comunidad no sólo con nuestro ombligo. Por otra parte se ofertarían otras que no salen porque no hay suficientes alumnos en los institutos por separado.
Que acabe la manipulación de los intereses personales por los de comunidad, eso es lo que necesitamos.
Se acabarían muchos problemas si se rotara más en los equipos directivos sin dejar que se enquisten los problemas, la renovación es necesaria como en política, porque política es todo, amigo.